Los bancos de alimentos se estaban quedando sin reservas de un alimento tan básico para los niños como la leche. Se nos pidió desarrollar una campaña nacional para potenciar la recogida de leche en favor de los más desfavorecidos
Desarrollamos el concepto “Ningún niño sin bigote”. Un mensaje sensibilizador, pero optimista, para movilizar a la sociedad y conseguir captar el mayor número de donaciones posibles.
‘Ningún niño sin bigote’, un claim que se hizo viral en RRSS, superó las expectativas de captación y fue tan potente que se convirtió en marca reconocible de la campaña los años siguientes. En el año de su lanzamiento, la campaña fue reconocida en el Festival Internacional de Publicidad Social, Publifestival, y en “El Chupete”, Festival Internacional de Comunicación Infantil.
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